¿Sorprendido?, ¿todavía no habías escuchado esto de los motores TSI? Te adelantamos que las siglas TSI se corresponden con Turbocharged Stratified Injection y en español del nuestro hablamos de inyección estratificada turbocargada. Hoy te contamos qué es un motor TSI, cómo funciona y cuáles son sus ventajas.
Qué es un motor TSI
Se trata de un motor específico creado en 2008 y utilizado por el grupo VAG (Volkswagen, SEAT, Skoda y Audi). Tiene como objetivo conseguir superar la potencia de su antecesor: el motor FSI.
Si echamos mano a las cifras del pasado y comparamos un motor TSI con un motor TDI, obtenemos que:
- El motor TSI alcanza los 170 CV con un motor 1400.
- El motor TDI necesita un motor 1900 para llegar hasta los 150 CV. Impresionante la diferencia, ¿no?
Después de ver la comparativa probablemente estás deseando saber cómo funcionan este tipo de motores. Lo vemos en el siguiente apartado.
¿Y cómo funciona un motor TSI?
En contra de lo que pudiera parecer, un motor TSI funciona de forma sencilla basándose en dos elementos principales: el turbo integrado en el motor y un compresor volumétrico. Con ambos elementos el motor TSI consigue la máxima potencia posible de cada ciclo pero la velocidad del vehículo tiene mucho que decir en el proceso:
- A velocidad baja, con las marchas cortas, el motor tiene un circuito de entrada más larga que provoca que consuma menos y que el rendimiento sea más óptimo con un motor TSI.
- A velocidad alta entra más aire en el circuito, los cilindros se llenan antes y la optimización del mismo es mayor pero con una presión menos que los TFSI. Por esto precisamente un motor menor como un 1400 es ideal para obtener un rendimiento superior con el tipo de motor TSI.
Por tanto, un motor TSI es de lo mejorcito que podemos encontrar ahora mismo en el mercado: potencia, velocidad y menor consumo. ¿Qué más se puede pedir?