Cada vez más personas están interesadas en los coches autónomos, esos vehículos que ya se conducen solos y que puede que muy pronto los podamos ver en nuestras carreteras. De momento solo es legal en Sillicon Valley, donde ya circula el coche de la empresa Google. Pues bien, estos automóviles siguen mejorando su tecnología y prueba de ello es esta invención de FORD.
Los coches autónomos mejoran día a día
Esta compañía ha elaborada una nueva tecnología que permitirá a los vehículos poder conducir a pesar de que las condiciones meteorológicas no sean las correctas. Para ello el sistema, llamado LiDAR, elabora por medio de varios lásers unos mapas en 3D para poder conducir aunque no haya visión. Estos mapas son ultraprecisos gracias a la tecnología empleada por FORD.
De nuevo nos encontramos una situación en la que los coches autónomos responden mejor que los vehículos tradicionales. En situación de niebla o intensa nevada, lo normal es que un coche tradicional conducido por cualquiera de nosotros tenga que parar. Si es un coche autónomo no será necesario hacerlo puesto que se irá fijando en el mapa 3D y no en la visión captada por las cámaras de la carretera.
De momento FORD está probando esta tecnología y los resultados parecen muy buenos. De hecho es tal la cantidad de información que se recoge por medio de los láser que en total son 600 Gb por hora. Éstos se almacenan y se procesas para tomar decisiones en cuestión de segundos sobre por dónde circular. Por supuesto decisiones automatizadas debidamente programadas por los ingenieros para que no hay fallos. Aunque siempre hay riesgo pues el coche sabrá exactamente donde está pero con una precisión centimétrica, no milimétrica. No obstante que el margen de error sea de un centímetro es bastante escaso y salvo que las pruebas digan lo contrario, el avance parece muy interesante y seguro que lo acabamos viendo en los coches autónomos que se presenten de aquí en adelante.