La salida de la crisis está empujando a sectores como el del renting flexible, un sector que está muy relacionado con el mundo del motor y por este motivo vamos a hablar de él en el artículo de hoy. Para muchas empresas, esta forma de adquirir nuevos vehículos es la única que les está permitiendo aumentar su flota y crecer como marca, de ahí su importancia.
¿En qué consiste el renting flexible de vehículos?
El renting flexible consiste en la adquisición de vehículos con una tasa fija mensual. Es decir, las empresas y autónomos pagan una determinada cantidad al mes por un vehículo. La ventaja de esta modalidad de contratación es que en el momento que ya no se necesite el coche, lo devuelven y lo dejan de pagar. Ahí está el éxito del renting flexible, en que se pueden abandonar los pagos sin riesgos.
Por ejemplo, si a una empresa le llega un pedido importante y tiene que entregarlo, puede adquirir un nuevo coche en una empresa de renting flexible. Si el cliente se les va o concluye su contrato, puede devolver el coche sin tener que pagar nada.
¿Qué diferencias hay entre el renting tradicional y el renting flexible?
Pues precisamente ésta que estamos comentando, no es necesario tener que seguir pagando la cuota si ya no se necesita el coche. Otra diferencia es que con la modalidad flexible no puedes elegir el coche, si las características del mismo (ejemplo: furgoneta, coche, todoterreno, etc.), pero no el modelo en si. En renting tradicional si puedes elegirlo ya que vas a disfrutarlo más tiempo con total seguridad, pues no existe la opción de devolverlo.
Con toda esta información, si tienes que renovar la flota de vehículos de tu empresa, ya sabes cómo actuar. Lo más negativo de esta forma de adquisición de vehículos es que solo está disponible para empresas y autónomos, si eres un particular tendrás que irte hasta la opción de renting tradicional, algo que lo hacen ya la mayoría de concesionarios.